jueves, 9 de mayo de 2013

Primeras deidades

Giovanni Baglione. "The Divine Eros defeats the Earthly Eros"
Eros

Según Hesíodo, Eros había nacido, en el principio de los tiempos, de Caos (el vacío), lo mismo que Gaya y Tártaro. Eros había asegurado la unión de los elementos primordiales, Urano (el cielo estrellado)  y Gaya (la tierra), y presidido los matrimonios entre sus descendientes, primero las divinidades y después los seres humanos. Eros es la personificación de las fuerzas generadoras que invaden a los seres vivos  y los empujan a reproducirse. Una visión completamente distinta es la expuesta por Platón en El banquete. Según él, Eros nació, al término de un banquete que había reunido a todas las divinidades, del acoplamiento entre Penia (la pobreza) y Poros (el medio de hacer riqueza). Como tiene la misión de asegurar la continuidad de la especie, se lanza a una búsqueda constante (a imagen de su madre), empleando siempre su gran astucia (como su padre) para conseguir sus fines. Según otros mitos, Eros es un dios muy joven, hijo de Afrodita y de su amante Ares (Marte en la mitología romana). El arte  la literatura clásica siguiendo esta línea lo pintan como un hermoso muchacho, fuerte y musculoso. Las leyendas más extendidas prefieren presentarlo como un niño travieso y perverso, generalmente alado, provisto de un arco o de una antorcha que, sin descanso, va en busca de nuevas víctimas, ya sean seres mortales o inmortales, entre los cuales figuran Zeus y su propia madre. Apuleyo se apoyó en esta versión al escribir la leyenda de Eros y Psique. Mas claramente que el Eros griego, con el que al final acabó por confundirse, Cupido es la personificación del deseo amoroso más ardiente. 

Primeras deidades



Érebo

Érebo es la personificación de las tinieblas infernales y, como Nix, nació del caos primordial. De la unión con su hermana Nix nacieron Éter 8el aire), Hemera (el día) y Caronte. A excepción de este último, el barquero de los infiernos, estas personificaciones juegan un papel poco importante en la mitología. En la lucha de los Titanes contra Zeus y los demás dioses olímpicos, Érebo tomó partido por los primeros. Al ser derrocados los Titanes, fue condenado a permanecer eternamente en las profundidades de Tártaro (prisión para réprobos) 

Primeras deidades


Nix
      Noche (del latín nox; ctis) o bien Nyx griego antiguo: Νύξ , romanización: Nýx, pronunciación: clásica: [nʉ́kʰs], Koiné: [nykʰs], bizantina: [nyks], literalmente: «Noche»
      Nix (la noche) surgió de Caos y se unió a su hermano Érebo para que de ellos naciera Éter (el aire) y Hénera (la luz del día). También le deben su nacimiento otras divinidades cuyas acciones se revelaron funestas: Tánato (la muerte natural), Hipno (el sueño), Moros (la suerte), los keres (seres femeninos que representan la muerte violenta y la destrucción), Oniro (los sueños), Momo (el sarcasmo), Némesis (la venganza), Oizis (la angustia), Eride (la discordia), Geros (la vejez), las tres moiras (las parcas, en latín) y muchas más. Nix eligió como morada el extremo del mundo occidental, más allá de las columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar), concretamente el país conocido como Hesperia procedente de una raíz griega que significa «la noche». Sin duda, esta es la explicación según la cual algunos autores consideran como hijas de la noche a las Hespérides, las famosas guardianas de las manzanas de oro.   

viernes, 22 de marzo de 2013

El mito órfico de la creación






Para el orfismo[1], la Noche fue seducida por el Viento y luego de su unión depositó un huevo en el vientre de la Oscuridad. De aquel huevo nació Eros[2], quien puso en movimiento al universo, y creó el cielo, la tierra, el sol y la luna dejando a la triple diosa, la Noche, gobernar hasta que su cetro pasó a manos de Urano. De acuerdo con los fragmentos órficos 60, 61 y 70 la Noche le llamó, a Eros, Ericepayo y Protógeno Faetonte y vivía con él en una cueva manifestando su triple aspecto: Noche, Orden y Justicia. Delante de la cueva que habitaban se encontraba la inevitable madre Rea quien llamaba la atención de los hombres, por medio de un tambor de latón, para consultar el oráculo de la diosa.    


[1] El orfismo en la religión clásica, era un culto místico de la antigua Grecia la cual se creía fundada bajo los escritos del legendario poeta y músico Orfeo. Algunos pasajes poéticos hallados en las sepulturas de los adeptos órficos en el siglo VI a.C., indican que el orfismo asentaba sus bases en el mito de Dioniso Zagreo, hijo de las divinidades Zeus y Perséfone.
[2] Para algunos Eros también era conocido con el nombre de Fanes y se creía que era un ser que poseía ambos sexos, alas doradas, cuatro cabezas, mugía como un toro o rugía como un león y en ocasiones siseaba como serpiente o balaba como carnero.